miércoles, 2 de enero de 2013

QUERIDOS REYES MAGOS... QUIERO UNA TABLET


No quiero empezar el primer post de este año sin desear a todos

¡¡¡FELIZ AÑO 2013!!!

Sé que para muchos el 2012 ha sido un año para recordar, en el que muchas buenas nuevas se han producido a lo largo de sus 366 días, pero para otros será un año, quizá no para olvidar, pero sí para cerrar con llave la puerta el 31 de Diciembre y dejarlo atrás. Yo soy de las que han cerrado la puerta y han tirado la llave al mar. Ante mi tengo ahora el largo camino del 2013 que quiero creer que se presentará llano y con buen tiempo. Este ya no es un año bisiesto (algunos achacaban a esta circustancia los altibajos que han padecido) pero acaba en 13. A mi eso me da igual, pero seguramente será motivo para que alguien, dentro de un año, vuelva a cerrar la puerta y espero que no sea yo una de ellas.

Hoy he leído un artículo en un periódico con el que me he sentido bastante apoyada. Y es que hace unos días manteníamos una conversación en el trabajo sobre lo que los niños se piden para Reyes.

Roberto, mi hijo mayor, tiene 7 años. Entre los juguetes que ha anotado en su carta (menos mal que todavía sigue queriendo juguetes) ha incluido una tableta (o tablet). Y es que ahora, los pequeños, bombardeados constantemente, ven el mundo digital como el medio más alucinante para jugar. Y digo bien, para jugar, porque con 7 años solo se puede querer ese tipo de aparatos para jugar. El tema surge cuando yo, como madre quizás algo conservadora en este tema, que ve que no todo es tener lo último que sale al mercado, que piensa que hay una edad para todo y que jugar solo se hace (desgraciadamente) en la infancia,  que ningún niño es mejor ni peor por tener el aparato de última generación, que opina que los niños no pueden estar conectados a la tele, a la consola, al ordenador, a la tableta sino que deben salir a correr, pintar, ensuciarse, imaginar, crear, romper,... se encuentra de frente con la madre todolocontrario la cual justifica sus acciones porque cree que es lo mejor, y llego al punto de no saber si yo soy la rara o el mundo se ha vuelto loco. Y entonces me encuentro que hay alguien que opina como yo y me siento, como os decía antes, apoyada. Ya no soy la única que opina que  a las casitas no se juega con 15 años y que tirarse al suelo para hacer circular un tren de madera solo se hace de pequeño. Si con 7 años entregamos un maravilloso aparato que nos absorbe con millones de imágenes, colores, juegos... ¿cuándo jugarán a las demás cosas?. ¿Qué nos queda para cuando tengan 15 años?.

Según el post/artículo, " el mayor problema para las jugueteras no es que no vendan sus productos como antes, sino que los niños tienen cada vez menos tiempo para jugar dada la cantidad de tiempo que dedican a navegar en las tablets". Sin palabras.

En fín, yo seguiré siendo, en este sentido, una madre anticuada. Creo que el tiempo no espera, se pasa sin retorno y la tecnología estará ahí siempre. Tienen muuuucho tiempo para tener una tablet.

Feliz Miércoles.

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